La ropa nueva no es tan nueva
Es verdad. Desde su más primario proceso de fabricación hasta su venta, una prenda de ropa pasa por una cantidad de manos, lugares y de procesos de fabricación incontable. Manos de personas que puede que no presenten las condiciones higiénicas más apropiadas, lugares en condiciones de higiene, ventilación pésima y procesos de fabricación que puede que tampoco sean respetables con el medio ambiente.
Se debe lavar la ropa antes de estrenarla por que en realidad, nunca se sabe de dónde procede un prenda ni el tiempo de vida que tiene esta antes de ser vendida y ante estos condicionantes, su puesta sin ser previamente lavada puede ser contraproducente.
Contraproducente en el sentido de que la prenda haya adquirido una buena dosis de bacterias (tiempo en la tienda donde puede haber adquirido restos de polvo y suciedad, personas que han tocado o se han probado la prenda…) o, lo que es más peligroso, que en sus procesos de fabricación se hayan empleado productos y procesos químicos y no químicos que potencien sus características.
Algunas prendas, especialmente aquellas que están hechas de algodón nylon o poliestrer han necesitado para su elaboración productos como biocidas, hidrófugos, encoladores, almidón, aceites sulfatados… son productos ideados para facilitar a la prenda cualidades como tener un mejor planchado, ser más impermeable a las manchas o ser más duradero. Sin embargo, algunas de estas sustancias pueden permanecer como residuos y provocar reacciones alérgicas, sobre todo si el consumidor es propenso a sufrir este tipo de anomalías.
Y lavada ¿Es segura?
Dicho lo cual, parece claro que una prenda siempre se ha de lavar previamente a ser estrenada.
¿Seguro que está el problema resuelto? A grandes rasgos, puede. Pero es cierto que incluso después de ser lavadas, algunas prendas pueden seguir manteniendo estas bacterias e incluso manteniendo esas composiciones químicas que causan anomalías patógenas. Además, de poco sirve lavar una prenda a estrenar si cualquier persona ya lleva encima cerca de un kilo de microbios. Microbios que, por otra parte, no tienen porqué resultar nocivos.
También podría pasar que al ser lavada, la prenda comience a perder propiedades (calidad, color) o que incluso encoja dependiendo de la calidad del producto adquirido.
¿Entonces, la ropa a estrenar se lava o no se lava?
Se debe lavar la ropa antes de estrenarla por varias razones que hemos explicado, no hay nada de malo en no lavarla y si el cliente se siente más tranquilo por supuesto que puede proceder a lavar la ropa antes de que sea estrenada. También hay que tener en cuenta que una prenda que no entra en contacto directo con la piel, como puede ser un abrigo, no presenta ningún riesgo de que la prenda provoque anomalías relacionas con reacciones alérgicas (eccemas, urticarias…), aunque sí que puede causar problemas respiratorios si están relativamente cerca de la cara y se han fabricado con algún elemento tóxico. Y si alguien procede a higienizar la ropa antes de estrenarla, lo puede hacer siempre y cuando respete las indicaciones del fabricante. No todas las prendas tienen el mismo proceso de lavado y por no seguir ciertos consejos, un simple lavado puede echar a perder la prenda. Por ejemplo, lavar una prenda de algodón a 100º tiene muchas opciones de encoger la prenda.
Y tú qué crees, que la ropa nueva se estrena y se lava o se lava y se estrena?